Películas Motivadoras: Un Domingo Cualquiera

Ayer me encontré en la2 de TVE  «Un Domingo cualquiera» (Any given Sunday) una película que he visto varias veces y que está dirigida por uno  de los grandes, Oliver Stone.  Es una película que nos muestra con crudeza y pasión el mundo del deporte profesional. Con el transfondo de un equipo profesional del fútbol americano, Stone desgrana poco a poco los grandes enemigos que pervierten los valores del deporte hasta convertirlo en un sucio negocio. La mayor parte de la película nos enseña la versión más superficial y oscura del deporte profesional que contrasta con algunos de los momentos más álgidos, donde el director es capaz de plasmar lo maravilloso de la esencia del deporte, del trabajo en equipo, de la colaboración para alcanzar unos ideales para alcanzar el bien común del equipo.

Un escena de Un Domingo Cualquiera

Desde  mi punto de vista esta película se podría convertir en una metáfora empresarial con personajes que interactuan entre sí para llevar adelante su equipo,  que bien podría ser una «empresa» que lucha por posicionarse como la número uno en su mercado:

  • Cameron Díaz interpreta a la joven y ambiciosa propietaria del equipo. Es capaz de tomar cualquier decisión para lograr un beneficio económico. En ella podríamos ver reflejados a malos  gerentes o directores financieros de la empresa, que toman sus decisiones en función del beneficio económico a corto plazo, pero no es capaz de ver o proyectar  un proyecto global perdurable en el tiempo. Estas decisiones muchas veces perjudican a sus propios jugadores/empleados y en contra del equipo/empresa, con el único objetivo de tomar las riendas y mejorar la imagen del equipo sin pensar en ningún momento en las consecuencias de sus actos.  Si bien, es capaz de aprender, en la medida que su personaje evoluciona a lo largo de la película, lo importante que es dejar que cada profesional realice su trabajo y delegar para que el equipo fluya de forma adecuada.
  • Un recientemente descubierto por aquel entonces Jamie Foxx , representa el talento,  el éxito, el jugador individual.  Le llega la oportunidad y pasa de la noche a la mañana; de ser un don nadie a la estrella del equipo. Es el ejemplo de como el ego puede destrozar un equipo.  Al principio empieza a pensar solo en él mismo, sus bonus, sus patrocinadores, su imagen y termina convirtiéndose en un lastre para el equipo ya que no es capaz de remar en el mismo sentido que sus compañeros. Al final termina por adaptarse y asimilar que su luz tiene más fuerza cuando brilla junto a la de sus compañeros, que el talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia gana campeonatos. Es capaz de aprender de sus errores y llevar a su equipo a lo más alto de la competición.
  • Denis Quaid es el veterano quarterback de la plantilla que ve como su carrera toca a su fin, y aunque es capaz darse cuenta, su entorno le presiona para continúe ya que en el momento se retire, se les acabará la gallina de los huevos de oro. Este veterano quarterback representa los valores y la filosofía de la empresa, el conocimiento adquirido por el equipo a lo largo de su historia. Representa los éxitos pasados y como los nuevos jugadores deben aprender de él para llevar al equipo a nuevos objetivos sin perder sus ideales o la base sobre la que fue creado.
  • Al Pacino, representa como los ángeles 😉 al veterano entrenador. Curtido en mil batallas, en mil partidos, probablemente con una mentalidad algo desactualizada, pero con gran habilidad para gestionar y motivar a los componentes del equipo. Es capaz conectar con su gente, se esfuerza por comprender a las nuevas generaciones que chocan frontalmente con sus principios. Acaba por adaptarse y comprender que los cambios son inevitables y aprende a gestionar esa incertidumbre que le hace más fuerte. El  entrenador representa la capacidad de adaptación,  gestión, motivación, es la figura sobre la que se apoya el equipo. El líder motivadorl y espiritual que los jugadores necesitan para llevar a cabo sus objetivos.

Este es el mítico discurso que Tony D’Amato (Al Pacino) les dá a sus jugadores antes del partido final en la película.

En este discurso se ponen en valor los ideales que Oliver Stone  intenta transmitir en esta cinta.  La necesidad que tienen cada uno de sus personajes  de trabajar en equipo para cumplir los objetivos. La motivación y el orgullo de luchar pulgada a pulgada para conseguir cada uno de los retos propuestos.

Una de mis frases favoritas que utiliza el entrenador para concluir el discurso del partido final es la siguiente:

«O nos curamos ahora como equipo o moriremos como individuos. Eso es el fútbol chicos, eso es todo lo que es. Ahora… ¿Qué vais a hacer?»

Espero que te inspire tanto como a mí 🙂

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