Vamos a hablar claro.
Hacer descuentos es la forma más rápida de demostrarle a un cliente que ni tú mismo crees en el valor de lo que vendes.
Sí, lo sé. El descuento parece el truco mágico que hará que más gente compre. Pero déjame decirte algo:
Si te acostumbras a hacer descuentos, entrenas a tu cliente a esperar la próxima oferta.
Si bajas precios, alguien más los bajará aún más. La guerra de precios es un camino sin retorno donde solo ganan los que tienen más pulmón financiero (y créeme, no eres Amazon).
Si la única razón por la que te compran es el precio, en cuanto alguien lo haga más barato, te dejan tirado.
«El Arte de Vender» jamás hace descuentos. Y no porque seamos unos ogros insensibles, sino porque lo que enseñamos vale cada euro. Y los que entran lo saben.
Si crees que necesitas bajar precios para vender, lo que de verdad necesitas es aprender a vender. Porque cuando un producto es bueno y está bien vendido, la gente paga sin rechistar.
Si quieres dejar de regalar tu trabajo y vender como un pro, nos vemos dentro.
Nos vemos al otro lado.
PD: Si tu cliente dice «Es que es muy caro», el problema no es el precio. Es que no le has vendido bien el valor. Aprende a hacerlo y olvídate de los descuentos para siempre.
