Hola ¿Cómo estás? Permíteme que entre en materia sin muchos rodeos. Creo que compartes sentimientos conmigo (y sino voy a utilizar argumentos convincentes para que podamos ver el mundo con los mismos ojos) si me atrevo a afirmar que nos encontramos ante una nueva situación económica, en la que los acontecimientos más importantes, los que suponen una verdadera revolución para nuestro entorno, cada vez se producen de manera más rápida y exponencial.
Te estoy hablando por ejemplo, de todos los avances en robótica que se están produciendo los últimos meses. Google y otras compañías, ya hablan de que su coche autónomo estará listo para comercializar en el 2018. Los avances en las impresoras 3D, el vertiginoso desarrollo tecnológico de los drones. Si unimos a todas estas realidades el Big Data, que permitirá interconectar cualquier dispositivo electrónico, algunas innovaciones más que están por venir y recopilar toda la información que generen, para medirla y ayudarnos a tomar decisiones en en tiempo real. Podemos decir que hoy más que nunca, somos capaces de predecir el futuro a corto plazo, aunque realmente no sabemos qué pasará a medio y largo plazo, en el tiempo presente somos conscientes del mercado potencial que se abre ante nuestros ojos y la gran cantidad de oportunidades que tenemos para comercializar nuestros productos o servicios en cualquier parte del mundo.
Hoy más que nunca, con el Big Data, somos capaces de predecir el futuro a corto plazo.
La Tercera y Cuarta Revolución Industrial.
Mientras acabo de escribir estas líneas, ya llego tarde para avisarte sobre la Tercera Revolución industrial, la que se está produciendo en este mismo momento, mientras lees este contenido. Como las dos anteriores, es una realidad alrededor de la tecnología y la energía, pero en esta ocasión muy centrada en la eficiencia energética (Si nuestros gobiernos lo permiten), las energías renovables y el control sobre el uso de nuestros escasos recursos naturales, el reciclaje, el aprovechamiento de avances tecnológicos para la eficiencia de los cultivos y otros tipos de alimentos. Si a todos estos factores tan disruptivos, añadimos Internet como uno de los avances tecnológicos más importantes de la humanidad, seremos capaces de entender la magnitud de todo lo que está ocurriendo en estos momentos.
Hoy más que nunca, tenemos que prepararnos para competir con empresas que venden sus productos en todo el mundo. Organizaciones que son capaces de llegar a la puerta de nuestros clientes y además tratarlos de manera personalizada, utilizando algunas de las tecnológicas que hemos comentado anteriormente.Mientras tratamos de asimilar este nuevo paradigma económico, nuestro mundo en muy poco tiempo se ha vuelto verdaderamente globalizado, un entorno donde las empresas con las que competimos son cada vez más inteligentes y eficientes, podemos decir sin ningún tipo de duda, que nos adentramos de lleno en una nueva revolución industrial.
LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL. La robótica, el big data y la economía colaborativa, son los tres principales factores que ya han empezado a formar parte de nuestras vidas, innovaciones que han llegado para quedarse por mucho tiempo, que ya están cambiando el mundo tal como lo conocemos. Y en el que un servidor, no puede dejar de ver, más que oportunidades de negocio….
Nos adentramos de lleno en una nueva revolución industrial.
¿Cómo es nuestro consumidor en esta nueva economía colaborativa?
Una vez diseñado y montado este cambiante escenario, tenemos que empezar a hablar de directores, actores y espectadores. Nuestro producto o servicio, deja de ser de la empresa que lo fabrica y pasa a ser del consumidor, es decir los espectadores (consumidores) pasan a ser actores, formando parte de la creación del producto, de la comunicación, opinan sobre él y en muchas ocasiones incluso se llegan a diseñar su producto o su servicio (véanse las impresoras 3d), es decir, se convierten en directores junto a nosotros, del escenario en que se convierte el actual mercado. Esto es lo que en Marketing conocemos como prosumidores, se hacen seguidores de nuestra marca y nos ayudan/exigen en la difusión de nuestro servicio o producto.
Aquí debemos parar a reflexionar, trazar una delgada línea roja como creadores y pensar hasta qué punto queremos que nuestro producto sea moldeado por los prosumidores y el mercado. Como fabricantes o comercializadores, debemos tener en cuenta que el diseño lo creamos nosotros, pero siempre escuchando al mercado, a nuestros clientes potenciales y dejándoles margen, para que nuestras propuestas se puedan adaptar a sus necesidades más concretas, aquello que acabamos de crear y por lo tanto hacerlo suyo e incluso convertirse en evangelizadores de nuestros productos o servicios.
Los prosumidores se hacen seguidores de nuestra marca y nos ayudan/exigen en la difusión de nuestro servicio o producto
¿Y qué papel juega en todo esto el comercio a través de Internet?
Después de ponerte en antecedentes, ya tenemos suficiente información del papel que jugará y está jugando el Ecommerce en esta nueva situación económica. Vender nuestros productos a través de Internet, nos permite hacerlo escuchando a nuestro consumidor, aprender de su comportamiento en nuestra tienda online, conocer sus necesidades a través de las redes sociales y establecer un canal directo para comunicarnos con él desde cualquier parte del mundo.
Por supuesto, no quiero que te lleves a engaño, no será un camino fácil. Lo primero que debes saber es que en Internet no hay nada gratis, la publicidad cuesta dinero, los servidores que alojan la información de nuestra tienda online cuestan dinero, requiere trabajo posicionarte en los primeros puestos de los buscadores y las plataformas, necesitas una gran inversión en tiempo y desarrollo para conseguir los resultados deseados. Lo segundo es que debes empezar a trabajar en tu zona de influencia. Empezar en tu comunidad autónoma y pasar a un ámbito nacional, para poco a poco, tomar decisiones estratégicas que te permitan llevar tu producto a cualquier rincón del planeta.
Al contario de lo que nos quieren vender habitualmente, en Internet no hay nada gratis
Vale genial pero… ¿Por dónde empiezo?
Sin ningún tipo de duda, lo primero que debes hacer es analizar si hay mercado para tu producto o servicio a través de Internet. Hoy en día tienes infinidad de herramientas como Google Trends o Global Market Finder, ambas de Google, que te ayudarán a conocer mejor tu mercado en Internet. Herramientas como SemRush o Sixtrix, ya más profesionales, te permitirán analizar a tu competencia, medir tu mercado potencial y tomar muchas decisiones antes de poner en marcha tu proyecto en Internet.
El segundo punto que deberías tener en cuenta; es si realmente eres competitivo para vender a través del mercado online. Esto pasa por establecer una correcta política de precios, costes de logística, políticas de devolución, decidir si quieres vender al cliente final o si por el contrario sólo vas a vender a clientes profesionales, serán algunas de las consideraciones que deberás tener en cuenta para poner en marcha tu negocio online.
Ten en cuenta que en Internet más que en ningún sitio, o eres diferente o eres el más barato y ya sabes por tu experiencia, qué ser el más barato es verdaderamente muy limitado. Por lo tanto, antes de lanzarte a la aventura de montar tu propia tienda onlne, plantéate seriamente si tienes ese valor diferencial y competitivo que te posicionará de salida, por encima de otras empresas similares a la tuya. Si lo tienes, claro, lánzate a tope a por ello.
Antes de abrir tu propia tienda online, plantéate si cuentas con ese valor diferencial y competitivo que te posicionará por encima de otras empresas.
Okey, ya tengo claro que hay mercado para mi producto o servicio, pero ahora… ¿Qué plataforma elijo para poner en marcha mi negocio en Internet?
Aquí viene una de las principales claves para poner en marcha tu proyecto de venta a través de Internet. Existen algunas plataformas más asequibles económicamente, desarrolladas con Software Libre, que te puedes descargar e instalar en un servidor. Si tienes ciertos conocimientos informáticos o un proveedor tecnológico de confianza, puedes empezar a vender tus productos a través de Internet en un relativamente corto espacio de tiempo. Te hablo concretamente de WoCommerce (WordPress) o Prestashop, dos de las plataformas más extendidas en comercio electrónico.
O quizás tomes la decisión de trabajar con plataformas online ya creadas, son las que te permiten crear una tienda online en pocas horas. Te hablo de Shopify, el propio Prestashop Online, Mabisy, etc… que son una muy buena opción cuando alguien está empezando con su proyecto de venta por Internet y no tiene capacidad para contratar proveedores tecnológicos. Puedes hacerlo incluso más fácil, crear tu tienda en Amazon o Ebay, dos plataformas muy sencillas de gestionar, que además cuentan con un tráfico ya especializado y las herramientas perfectas para poner en marcha tu negocio online, si tienes ese valor diferencial que te explicaba anteriormente.
Una vez comentado esto, te voy a contar la verdadera clave de los negocios en Internet. La plataforma es lo de menos, lo importante es la estrategia, tu capacidad para posicionar el negocio en los canales adecuados, captar la atención de tu audiencia junto a la calidad del producto o servicio. Ahí es donde reside verdaderamente el secreto del éxito de cualquier proyecto de venta por Internet y seguro que estás pensando “Okey, todo esto que dices sin una plataforma adecuada no se puede conseguir” ¡Y es cierto! La herramienta con la que trabajes debe facilitarte la vida, ser la adecuada para poposicionarte en los primeros puestos de los buscadores de Internet, ser muy fácil de utilizar por parte de los clientes potenciales y ayudarte en la gestión del negocio. Pero fuera de esto, el verdadero esfuerzo de un Ecommerce está en la comunicación y en el servicio postventa, una vez los clientes te realizan un pedido.
Para que te hagas una idea más concreta de lo que hablo, tu inversión en ecommerce debe de ir repartida en un 20% para la plataforma y un 80% para comunicar que tienes una tienda online y conectarla con tu mercado. En muchas ocasiones he visto que los presupuestos de Marketing Digital han ido destinados a crear una herramienta y luego apenas se han invertido recursos en comunicación o posicionamiento y esto es un verdadero error que no quiero que cometas.
Bueno bueno, si has llegado hasta estas líneas finales ya puedo darme por satisfecho, espero haberte animado a poner en marcha un negocio en Internet o a redefinir tu actual empresa. Estaré encantado de ayudarte en todo lo que necesites y en el apartado de contacto de este blog, tienes la información necesaria para hacerme llegar tus consideraciones.
Tu inversión en ecommerce debe de ir repartida en un 20% para la plataforma y un 80% para comunicar que tienes una tienda online y conectarla con tu mercado.