En ocasiones nos preguntamos por qué algunas organizaciones tienen tanta rotación de personal, no acaban de despegar económicamente y les cuesta mucho alcanzar sus objetivos. Otras empresas, sin embargo, nos llaman la atención porque «triunfan como la CocaCola», su ritmo de crecimiento va más rápido que los cohetes espaciales y consiguen posicionarse como líderes en su sector.
Seguro que te estas preguntando cúal es motivo de su crecimiento. Parece ser que está bien claro: hay tres factores que influyen en el crecimiento de cualquier empresa y que deberías tener en cuenta si te encuentras en la posición de dirigir una compañía.
Primero. Aportar valor al mercado resolviendo una necesidad.
Ninguna empresa puede crecer económicamente, si no es capaz de detectar qué problema resuelve a sus clientes. Las empresas actuales deben poner el foco en el mercado y más concretamente en sus clientes, anticipándose a sus movimientos, aprendiendo a la velocidad del rayo, sobre sus necesidades, problemas y “dolores”. Todo esto con el objetivo de diseñar un producto o servicio que cubra esa actual necesidad. Eso sí, con un precio competitivo, adaptado a las necesidades de cada público objetivo y el mejor servicio de atención.
Segundo. Trabajar la cultura y la identidad de la organización empresarial.
En este sentido llevo muchos años trabajando con Carolina Hernández, coach de profesionales y especialista en organización de procesos en las empresas. Con ella hemos aprendido y estamos viviendo en primera persona, dentro de nuestra empresa, la importancia de la cultura organizacional. Hemos establecido procesos de trabajo, siempre alineados entre empresa, trabajadores y clientes, que nos están permitiendo, no sólo un rápido crecimiento sino algo más importante, trazar una hoja de ruta consciente que nos ayuda a alcanzar los objetivos adecuados, establecer nuevos límites empresariales y generar nuevos modelos de negocio mucho más rentables. Hay otro punto clave dentro de la cultura empresarial, ¡La Comunicación!, esta si que es la verdadera asignatura pendiente de cualquier negocio, no se trata sólo de desarrollar la cultura organizativa, sino aprender a comunicarla tanto interna (a nuestros trabajadores) como de manera externa (al mercado). Así nuestro mensaje llegará claro, definido y esto nos ayudará también a posicionar nuestra marca como un referente para nuestros clientes.
Tercero. Empleados felices, empresas felices.
Este es quizás el mayor reto que se encuentra cualquier compañía si quiere posicionarse como líder en su sector. Ya sabes lo que dice, el célebre ya proverbio africano: “Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos camina acompañado”. Tan simple como cierto, nuestra empresa no podría existir sin el equipo que la conforma. Tenemos que tener muy claro que los empleados son nuestros principales clientes. Si tú cuidas de tus trabajadores, ellos se encargrán de cuidar a tus clientes, son nuestra primera línea de batalla en las trincheras. Es por esto, que es tan importante crear un buen clima laboral que facilite la colaboración y la amistad empresarial. Sin este pilar fundamental, ninguna empresa podrá llegar demasiado lejos y en ocasiones parece que a algunas organizaciones se les olvida. Por supuesto esto se consigue, parando un rato a hablar con tu equipo, tratando de conocerlos un poco mejor, atendiendo sus necesidades económicas y casi más importante, ayudándoles a descubrir el trabajo que verdaderamente les gusta, les apasiona y con el que se sienten más realizados dentro de los servicios y productos que ofrece nuestra organización.
Esto no es una idea naíf, ni un rollo hippie, es la pura realidad. Hoy en día necesitamos trabajadores más felices y responsables. Verdaderos líderes que nos ayuden a poner nuestra empresa en la estratosfera del mercado. Allí donde sólo habitan las empresas excelentes
Por qué esto está absolutamente demostrado con datos. Las empresas más felices, con mayor cultura empresarial, aquellas que mejor comunican su identidad, son más innovadoras, más eficientes y sobretodo más rentables.
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