La historia de mi madre y su tienda de ropa

Mi madre no tenía un máster en negocios ni una estrategia de marketing digital. Tenía algo mucho más poderoso: una tienda de ropa en el barrio y una determinación inquebrantable.

Podrías pensar que su vida era de lo más normal: abrir la tienda cada mañana, atender a los clientes, charlar con las vecinas. Pero lo que realmente hacía mi madre era algo mucho más grande: ella no vendía ropa, vendía confianza, autoestima y, sobre todo, un espacio donde cada cliente se sentía especial.

Cada mujer que entraba en su tienda salía con algo más que una prenda. Salía sintiéndose vista, escuchada y entendida. No sabía de estrategias de fidelización, pero sus clientes volvían siempre, porque allí encontraban algo más que ropa. Encontraban su propósito.

¿Y Tú?

Si mi madre, con su pequeña tienda de ropa, encontró su propósito y lo vivió a fondo, ¿qué excusa tienes tú?

Aquí te dejo unos tips para que no sigas dando vueltas en círculo.

  1. Explora lo que te apasiona: Mi madre disfrutaba de cada conversación, de cada consejo que daba a sus clientas. Encuentra eso que te hace perder la noción del tiempo y empieza a construir tu vida alrededor de ello.
  2. Reflexiona sobre tus habilidades y talentos: Mi madre no era una experta en ventas, pero tenía un don para hacer sentir bien a las personas. Tú también tienes algo que haces de forma natural, y mejor que la mayoría. ¡Aprovéchalo!
  3. Identifica tus valores: Mi madre no abría su tienda cada mañana solo por el dinero. Lo hacía porque valoraba la conexión con la gente, la satisfacción de ayudar a alguien a verse y sentirse mejor. ¿Qué valoras tú? Eso te guiará hacia tu propósito.
  4. Escucha las señales del entorno: Las clientas de mi madre volvían por la confianza que les inspiraba. ¿Qué es lo que las personas aprecian en ti? Ahí tienes una pista importante.
  5. Prueba y ajusta: Mi madre no comenzó vendiendo la ropa que terminó siendo su éxito. Fue probando, adaptando, hasta que encontró lo que funcionaba. No te obsesiones con encontrar tu propósito de inmediato, pero sigue buscando hasta que lo descubras.

P.D.: Si mi madre encontró su propósito en una pequeña tienda de ropa, tú también puedes encontrar el tuyo, estés donde estés. Deja de darle vueltas y empieza a moverte hacia lo que realmente te hace sentir vivo.

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