Un cumpleaños, ¡Chulos de mierda! y una final olímpica…

Ayer estuvimos celebrando el cumple de mi sobrino…

Una buena tarde con los peques, la piscina, bocadillos de nocillas, juegos de pelota y todo el kit….

Es curioso como vienen las cosas a la mente, y es que un vendedor a veces no puede desconectar, lo eres y lo eres para siempre y en todo momento.

Mientras acábanos de cenar,

recoger las cosas y demás,

estuvimos viendo la final de Baloncesto Olímpico,

EEUU contra Francia…

algo que me hizo reflexionar fue cuando una vecina hizo un comentario….

Hay que ver la falta de humildad que tienen estos jugadores de baloncesto, hacen muchos aspavientos, lo celebran todo, son un ¡Chulos de mierda!

Y yo pensé, joder, que diferente pensamos… a mí parece claramente que tienen una mentalidad de campeones… que viven cada punto y que su visión y objetivos son totalmente claros.

Están ahí y ahora, disfrutando del partido y viviéndolo intensamente… y en una final olímpica ¡Claro que están en éxtasis! ¡Es normal!

Ese jugador r de baloncesto olímpico en la cancha, con la adrenalina a tope, enfocado en cada movimiento, cada pase y cada tiro.

Sabe que todo lo que ha entrenado, cada hora dedicada, lo ha preparado para este momento.

Su objetivo es claro: ganar el oro. Su determinación es inquebrantable, su mente es un campo de batalla donde solo hay espacio para la victoria.

Ahora, imagina a un vendedor con la misma intensidad.

Cada día es un partido, cada cliente es un tiro que puede ganar el juego. Este vendedor se levanta con la misma disciplina y enfoque que un atleta olímpico.

Se ha preparado, ha estudiado a sus clientes y al mercado, y sabe que cada llamada, cada reunión, es una oportunidad para lograr algo grande.

Al igual que el jugador que no se rinde hasta escuchar el pitido final, este vendedor sigue adelante a pesar de los rechazos y obstáculos.

Su meta no es solo alcanzar la cuota, sino superarla, porque sabe que el éxito en ventas, como en el deporte, no es para los que juegan a lo seguro, sino para los que tienen la mentalidad de un campeón.

Un vendedor con mentalidad de campeón no se anda con tonterías. Se despierta cada día como si estuviera a punto de jugar la final de los Juegos Olímpicos.

No hay medias tintas, solo enfoque, disciplina, y una dosis de confianza que podría mover montañas. Cada cliente es una medalla de oro en potencia, y este vendedor va a por todas.

¿Resiliencia?

Claro, los rechazos se resbalan como agua.

No se rinde porque sabe que el éxito es para los que persisten, no para los que lloriquean.

Está listo para cualquier cosa: un cliente difícil, un objetivo que parece inalcanzable, lo que sea.

Su secreto es simple: siempre está preparado. Conoce su producto mejor que la letra de su canción favorita, y entra en cada reunión sabiendo que el cierre está en su bolsillo.

Y no es solo un lobo solitario. Sabe trabajar en equipo, porque entiende que vender no es solo cerrar un trato, es hacer que todo el mundo gane, desde el cliente hasta el equipo.

¿Ambición?

Claro, porque no le basta con alcanzar la meta; siempre está buscando superar sus propios récords.

Este vendedor no solo quiere ventas rápidas, quiere una carrera larga y llena de éxitos.

Cada venta es una victoria y la celebra como si hubiera ganado el campeonato mundial, porque sabe que cada pequeño triunfo lo lleva más cerca del éxito a largo plazo

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Hoy domingo desparece de mi web

Aprendizaje del día / Mentalidad de campeón: Así es como se ve la mentalidad de un verdadero campeón en ventas. Sin rodeos, siempre con los ojos en el premio y con la determinación de aplastar cualquier obstáculo que se cruce en su camino​.

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